El Grupo Político Unión por Leganés-ULEG, ante la exótica "oferta" remitida ayer, vía nota de prensa y las redes sociales, por el alcalde de Leganés por la que nos emplazaba a un encuentro con él hoy, viernes 11, y en vista de que no le debe funcionar el teléfono (desde hace varios meses), para condicionar la readmisión de los trabajadores despedidos a la adhesión de Leganés al Convenio con el Canal de Isabel II, hemos optado por utilizar análogo sistema de comunicación y exponemos:
1º) El pleno del Ayuntamiento de Leganés celebrado ayer dejó patente y sin lugar a dudas la sinrazón de los despidos municipales y el gravísimo error político, social y humano que suponen, así como el deterioro que está produciendo en la convivencia de esta ciudad. Un error del que queremos interpretar que es consciente el alcalde y por el que se ha visto obligado a formular esta "oferta" por las consecuencias que tal error, que unido a otros muchos en su irresponsable gestión municipal, está teniendo para la propia estabilidad de su gobierno. Lo que se viene a decir popularmente como que el alcalde "está viendo las orejas al lobo".
2º) Queremos aclarar que para ULEG los trabajadores no son ni una mercancía ni una moneda de cambio político. Cada persona, y en este caso cada empleado municipal, cuenta con una dignidad que ningún alcalde ni nadie puede ni debe mercadear como si fueran números sin alma. Reprobamos tales métodos y el uso mercantilista de los seres humanos y no toleramos en ningún caso que se juegue con sus situaciones personales, laborales y económicas como parece dar a entender el comunicado del alcalde.
3º) Para que cualquier negociación sea leal, honesta, seria, sin coacciones ni trampas, es imprescindible evitar planteamientos que en el fondo y/o en la forma parezcan un chantaje como así parecen sugerir los términos en los que está cimentada la "oferta" del alcalde.
4º) A diferencia del propio alcalde de Leganés, ULEG y su portavoz han dado sobradas muestras de capacidad de responsabilidad, diálogo y negociación, como así demuestran los acuerdos y entendimientos alcanzados con todo tipo de colectivos. Así, y aún siendo conscientes de que el ofrecimiento lanzado ayer por el alcalde, a través de medios tan singulares y heterodoxos, contiene un elevado tinte de treta política y de maniobra de distracción, concejales de Unión por Leganés-ULEG se personarán hoy en esa cita para acreditar una vez más nuestra permanente voluntad de negociación y para no alimentar lo que parece la verdadera meta y estrategia de este gobierno: continuar con sus acreditadas labores de intoxicación informativa y de victimismo de las que su alcalde suele hacer gala.
Dicho esto, manifestamos:
1º) Que quien ha cometido el error y tiene la obligación moral y política de hacer el primer gesto de "buena voluntad" que devuelva al ayuntamiento al estatu quo existente antes del 28 de diciembre y se den las condiciones básicas para establecer un sano y constructivo diálogo es el gobierno local, al que antes de "ofertar" nada lo que debería hacer es readmitir con carácter inmediato a los trabajadores despedidos.
2º) Una vez que se nos haya demostrado que la totalidad de los trabajadores despedidos han sido reincorporados y exista el compromiso real de que no se va a despedir a más trabajadores municipales en esta legislatura, y menos aún sin la existencia de la auditoría de personal acordada en el pleno y el informe de la municipalización de servicios públicos, Unión por Leganés-ULEG se comprometerá a suscribir sin dilación los afamados "convenios del Canal de Isabel II" siempre que se den los requisitos que nuestra formación política ha defendido en cada uno de las negociaciones y de los plenos. Requisitos en los que creemos y defenderemos porque así defendemos a nuestra ciudad y a sus vecinos y que a continuación volvemos a reproducir:
- La existencia de informes técnicos, jurídicos y económicos serios, objetivos y rigurosos que garanticen y precisen con detalle y pormenorizadamente los supuestos ingresos que para las arcas municipales supondrían la firma de tales documentos, así como la demostración clara de que la rúbrica de este acuerdo mejoraría cuantitativa y cualitativamente el servicio que se presta así como que no haya un sacrificio injustificado de la propias ventajas que nos reporta el convenio actual que es muy beneficioso para los intereses municipales. Si Leganés es una de las principales ciudades de la región, y el Partido Popular gobierna en ella en minoría, desde la Comunidad de Madrid tienen que hacer un especial esfuerzo para ofrecer una explicación real y coherente sobre las bondades de la adhesión de nuestra ciudad a los convenios.
- La apertura de un nuevo canal de comunicación fiable para que las negociaciones sean directamente con el presidente del Canal de Isabel II y el presidente de la Comunidad de Madrid para comprobar la realidad de dichos ingresos, así como un acuerdo por escrito, de carácter vinculante, y un calendario de pago de los mismos.
- Que los supuestos ingresos que se obtendrían de la firma de esos convenios son de "nueva creación", es decir, que no estén enmascarados con otras condiciones o compensaciones económicas ya existentes, o que sean fruto de trucos contables o, como así parece en realidad que sólo sean anticipos de ingresos recurrentes por la tasa de alcantarillado que cada año el ayuntamiento recibe y que tiene per se asegurados. Tampoco tales ingresos pueden significar finalmente un incremento en los recibos de los propios ciudadanos. En lenguaje coloquial, que no se quiera dar a los vecinos de Leganés ni "gato por liebre", ni que la operación suponga "pan para hoy y hambre para mañana".
- El compromiso por parte del Ayuntamiento de no vender las acciones resultantes de la incorporación a la sociedad y, como defendemos en Unión por Leganés-ULEG, su oposición al proceso de privatización de la misma, impugnando judicialmente, si fuera preciso, tal operación que entendemos especulativa y que pretende hacer negocio de un bien que es de todos como el agua.
Y así lo comunicamos públicamente a los efectos que sean oportunos.
En Leganés a 11 de enero de 2013.