En la reunión mantenida entre los ediles de ULEG y el alcalde no se ha alcanzado ningún acuerdo al insistir D. Jesús Gómez en mantener su chantaje reduccionista: "o me firmas lo del Canal o no hay readmisiones y despidos".
Leganés, 11 de enero de 2013
Esta mañana los concejales de Unión por Leganés-ULEG, Carlos Delgado y Ricardo López, se han reunido con el alcalde del PP, Jesús Gómez, para hablar sobre la readmisión de los 38 empleados municipales despedidos el pasado mes de diciembre, condición que ULEG entiende imprescindible para sentar una base negociadora mínima y previa para entablar lealmente y sin chantajes cualquier negociación, incluida la entrada del Ayuntamiento de Leganés en los convenios del Canal de Isabel II.
Sin acuerdo
Según ULEG, el alcalde, como si estuviéramos regateando en un mercado tunecino, sólo ofrece la disyuntiva de "o firmas lo del Canal o no se pueden readmitir trabajadores". Como si hubiera entrado en bucle, el único "argumento" utilizado es que el Ayuntamiento de Leganés "no tiene ingresos suficientes". Como bien saben, el ayuntamiento no ha elaborado ningún informe, ni ha encargado ningún estudio o auditoría que analice la situación real de la cuentas municipales y de los RRHH. Por ello, desde ULEG se le ha trasladado que si no hay base que justifique esos despidos, lo primero que hay que hacer es la readmisión inmediata de los trabajadores para recuperar el statu quo existente antes del 28 de diciembre y estar en condiciones adecuadas para debatir lo que sea preciso como es normal en una sociedad democrática.
Carlos Delgado, que le ha ofrecido al alcalde múltiples alternativas para que las cuentas municipales "cuadren" sin tener que castigar a los más débiles por la vía del despido, le ha trasladado la posibilidad de abrir dos vías de negociación, que tampoco han sido aceptadas por D. Jesús Gómez que ha insistido en "hablar de su libro", volviendo a mezclar y contradecirse en cifras, plazos, controles Por todo ello, desde ULEG le hemos reiterado la propuesta presentada en el pleno, teniendo en cuenta estos requisitos que se empeña en olvidar interesadamente:
- Por un lado, no utilizar a los trabajadores como moneda de cambio. La reincorporación ha de ser inmediata y se ha de trabajar, como se recogía en los presupuestos, en la realización urgente de la auditoría de personal que sirva para demostrar la necesidad de despedir o incluso contratar a nuevos trabajadores si es necesario. Y en el hipotético caso de que se compruebe que con los actuales ingresos no se pueden mantener los recursos humanos actuales, mantener una reunión con los sindicatos y los grupos políticos para buscar alternativas que podrían pasar por recortar en un porcentaje el sueldo de políticos y empleados municipales, reducir drásticamente el personal de confianza, etc., y a su vez una reunión con el resto de grupos políticos para tomar medidas que garanticen el aumento de los ingresos municipales.
- Por otro, para la negociación y análisis de la posible entrada del Ayuntamiento de Leganés en los convenios del Canal de Isabel II son imprescindibles informes serios y rigurosos que aclaren los supuestos ingresos y las presuntas ventajas que tienen para nuestra ciudad.
"Le hemos dicho a la cara al alcalde que los trabajadores no son mercancías. ULEG no acepta chantajes ni tolera esta forma de hacer política del alcalde. ¿Qué puede ser lo siguiente?, ¿que si no votamos a favor de un Plan de Urbanismo tiene que despedir a X trabajadores?, ¿que si no le aprobamos el último capricho del alcalde buzoneará las calles de la ciudad difamando otra vez a los concejales de la oposición?
Desde ULEG se entiende que gobernar una ciudad es un asunto muy serio, que el bastón de mando no es ningún juguete y que gestionar un ayuntamiento no es convertirlo en un circo diario. No se puede confundir autoridad con autoritarismo y la responsabilidad a la que tanto apela el alcalde no estaría de más que la aplicara en alguna ocasión.
En cualquier caso, desde ULEG, como hemos demostrado hoy, mantenemos nuestra actitud abierta al diálogo y al debate siempre que no se acuda a trucos más típicos de un tahúr político. Nuestro teléfono sigue a disposición, si bien desde hace meses no aparece el número del alcalde en la pantalla.