"El alcalde ha despachado el debate político más importante del año en 30 minutos. Un trámite engorroso para el señor Llorente, una molestia, como lo es gestionar para él Leganés, por eso cada día entrega una nueva competencia a otra administración (como sucedió con los bomberos) o se la deja para que la ejecute una empresa (como la inmensa mayoría de servicios públicos, desde jardinería, mantenimiento, recogida de basura, vigilancia de edificios, grúa, un larguísimo etcétera que en breve se añadirá el laboratorio municipal). Ya no es un alcalde, ni siquiera un administrador de fincas. Es si acaso un contratista, y de los malos. Con este ritmo decadente quizá para el año que viene ya no haya ni debate, ni ciudad, lo que empieza a ser seguro es que lo mismo nos quedamos sin ayuntamiento. 30 minutos es lo que es capaz el alcalde de hablar de Leganés, poco más de dos minutos por mes del último año del que hace balance. Una desgana, una desidia, una desmotivación que está contagiando a todo su gobierno, a los trabajadores municipales, al tejido social, al conjunto de la ciudad. Un grave problema que no encontrará vacuna, salvo milagro, hasta 2023, si para esas elecciones no estamos ya todos infectados por esta falta de energía. Una "kryptonita" para la ciudad. Se ha convertido el sr. Llorente en la kryptonita de Leganés, en un elemento que transmite pasividad yque ha hecho de una ciudad puntera, con miles de posibilidades y oportunidades, una localidad sin optimismo, sin proyecto, sin liderazgo. Y este análisis no es ninguna caricatura, es el fiel reflejo de la realidad. Y es el que sufren miles de vecinos, precisamente esos vecinos que supuestamente el PSOE debe defender y son sus votantes, aunque ya no se sabe qué defiende el PSOE y es aún más misterioso que conserve votantes. Vamos a poner un ejemplo gráfico de lo que puede ser el día de una vecina, llamémosla Cristina, una mujer de 28 años y pongamos el ejemplo de hoy, un23 de junio. Todos somos Cristina. Cristina se levanta las 7.30 horas de la mañana y tiene que hacer una gestión en el ayuntamiento, pero tiene dudas sobre cómo hacerlo, llama al 010, pero el teléfono comunica o se cuelga. Ha perdido 20 minutos, sale a la calle sin haberse resuelto la cuestión, mientras camina en dirección a la escuela infantil municipal donde va a llevar a su hijo encuentra que junto a unos contenedores, bastante deteriorados por cierto, sigue habiendo basura, no se ha recogido ni el papel ni el cartón, el vidrio se amontona alrededor y algún roedor hace su furtiva aparición. Las calles están sucias, las papeleras desbordadas. Cuando ya está en la puerta de la escuela infantil le informan de que hoy no tiene profesora su hijo, que no ha dado tiempo a gestionar una suplencia o una baja, o ya no sabe Cristina ni lo que la dicen, porque ya van varios meses con la misma canción. Prueba otra vez a llamar al 010 para quejarse de la falta de limpieza y de lo que ha pasado en la escuela infantil, pero siguen sin atender la llamada. Cristina decide ante un día caluroso que puede disfrutarlo para ir con su hijo a la piscina, ella vive en Zarza, no tiene coche y le pilla bien ir a la piscina de el Carrascal. Se dirige allí y se encuentra con que está cerrada. Ya abrirán el 25, si acaso, y no se sabe en qué condiciones. Vuelve a llamar al 010 para preguntar qué está pasando. Siguen sin cogerle el teléfono. Como la mañana está siendo improductiva considera que puede aprovechar para ir al edificio Dejóvenespara hacer una consulta jurídica, por si la pueden echar una mano a solicitar una ayuda como madre joven. Se va a plaza España y le dicen que no se presta ya este servicio, tampoco lo presta el ayuntamiento en el área de mujer. Esta vez no llama al 010, para qué. Cristina prefiere darse una vuelta por el centro del pueblo, cuando ve a unas personas sin hogar con unos carteles que piden que el gobierno cumpla y abra el albergue, un comedor y que se den tres comidas al día como aprobó el pleno. Cristina les pregunta que cómo es posible eso y que le expliquen si se ha aprobado en un pleno por qué eso no se cumple. Estas personas vulnerables se encogen de hombros. Cristina ya ni se acuerda del 010. Sigue caminando y ve unas bicis un tanto destartaladas, con una pegatina del ayuntamiento, no las presta mucha atención, no parece algo muy atractivo. Después de varias horas de ajetreo ve un coche de la policía local, y dice "anda, cuánto tiempo que no veía uno". Nadie sabe nada. Recuerda en ese momento que se tiene que pasar por la escuela de música, por si le han devuelto las tasas de su hijo que no ha podido recibir clase en todo el año. En el Santiago Amón nadie sabe nada. Que pida cita previa en la Casa del Reloj. "Me voy para casa" dice a sus adentros. Ya en casa se pone a pensar cómo ha sido el día y todo le parece confuso. Si pago todos los impuestos, hasta me han dado un subidón en el IBI que he leído en un periódico que podría ser ilegal, cómo es posible que los servicios que se estén prestando sean tan deficientes. Será que el ayuntamiento no tiene dinero, estamos en crisis y mira cuántos comercios y negocios están cerrando y en la ruina, con muchos locales vacios. "Yo no entiendo de política, pero " Pero curioseando por internet buscando cómo hacer un trámite en leganes.org que da por imposible ve que Leganés ha tenido un superávit de 50 millones de euros, y que se va a gastar 10 millones en una rotonda y más de 30 en asfaltar calles y polígonos. Cristina reflexiona y comenta "yo no sé nada de política, pero si no funciona el 010, las calles no están limpias, la basura no se recoge, las personas más necesitadas no tienen ni albergue, ni comedor, los niños no tienen profe en la escuela infantil y montones de autónomos y empresas están cerrando, ¡cómo puede haber superávit y cómo se puede gastar el alcalde el dinero en rotondas y alquitrán"! Cristina entonces piensa que estas cosas seguro que también suceden en otros municipios. Habla con su hermana Raquel, que vive en Fuenla y con su hermano Paco, de Getafe. "Allí creo que gobierna el PSOE también, pasará lo mismo". Les llama y sus dos hermanos dicen que allí las piscinas ya están funcionando, que hay ayudas directas a pymes, que no se tarda casi nada en dar una licencia para poner el ascensor y que hay un montón de subvenciones en muchas cosas. Que incluso se están facilitando viviendas muy dignas flexibilizando los locales comerciales en desuso. Cristina no sale de su asombro. No puede ser que en Fuenla estén mejor que en Leganés. Pero si Leganés siempre ha sido mucha más ciudad. Recordaba de niña ver un flamante Pabellón Europa o una estupenda piscina Solagua. Y claro, dijo para sí, "son recuerdos. Y los recuerdos, como los sueños, sueños son". Y en su sueño dejamos a Cristina y desde este atrilnos dirigimos en el ecuador de este mandato a repetirle muchas cosas que ya le suenan al sr.Llorente, pero que en esta ocasión nos hará el doble de caso que en las veces anteriores: NADA DE NADA. Típico del alcalde Llorente. Metidos de lleno en otro verano atípico de otro año atípico y de un mandato político atípico no dejan de ser muy típicas ciertas actitudes del gobierno de Leganés. Es muy típico el no dar explicaciones sobre nada. Transparencia 0. Es típico echar la culpa al empedrado de la incompetencia propia. Antes era ULEG el malo principal, ahora la interventora municipal o cualquiera que pase por ahí menos quienes son los verdaderos artífices de que Leganés cada año retroceda más y más. Nuestro pueblo es el único de la faz de la tierra donde todo lo que pasa de manera negativa en su ayuntamiento tiene cualquiera la culpa menos quien lo gobierna. Ya se echa la culpa hasta a la Ley. Sin comentarios. Son un gobierno carne de mofa y meme, porque no haciendo absolutamente nada, perdieron 700.000 euros en fondos para bibliotecas por "carga de trabajo". Inaudito. Tripartito incapaz. Leganés sigue dormitando en manos de un tripartito inoperante (sí, el formado por PSOE, MásMadrid y Cs), mediocre (siendo generosos) y sin ideas. Clama al cielo la situación del CAID, de la escuela de música, de nuestras zonas verdes y ajardinadas, de los polígonos, de unos pequeños negocios y comercios que agonizan sin que nadie desde el Ejecutivo local haga algo de verdad y eficaz. Las corruptelas se mantienen y se tapan como en el caso de EMSULE con comisiones de investigación donde investigados se ponen al frente de la presidencia de la investigación. Y claro, no se investiga nada, como en el caso Oliveira. ¿Pasará lo mismo en la comisión de investigación de la Fundación Juan Muñoz, donde nadie sabe qué se hizo con 130.000 euros donados por los vecinos por el covid19 y lo único que ha trascendido es que 50.000 euros fueron a parar a comprar mascarillas en una tienda "llamada" Ayuntamiento de San Andreu de la Barca? Silencio. No pasa nada. Nada importa a nadie. Y los Plenos menos aún que nada. Ninguna promesa se cumple, ningún proyecto ve luz alguna, ninguna ilusión se transmite desde quienes tienen los resortes del poder y los recursos, pero nada se mueve del renglón. Leganés en modo siesta. Es como si una siesta tuviera adormecida a toda la sociedad, quizá sea el miedo, la incertidumbre, la rendición porque es imposible cambiar nada, la capacidad que el poder y el socialismo pepinerotiene para aletargar, estabular, comprar o machacar a toda iniciativa que se rebele... Pero desde ULEG una vez más queremos dar la señal de alarma y remover conciencias para salir de esta situación. Hay esperanza. Porque en este escenario, ULEG tendió, tiende y tenderá la mano: porque Leganés está muy por encima de nuestro orgullo y pese a que la respuesta del alcalde ha sido, es, y seguramente será pisarla y escupirla. Los ofrecimientos de acuerdo y consenso de ULEG fueron contestados con unas ordenanzas fiscales donde no se aceptó ni una sola propuesta de la oposición ni de entidades, empresas o vecinos, un reglamento orgánico donde el rodillo del tripartito censuró iniciativas y recortó democracia, donde tampoco se tuvo en cuenta a ninguna propuesta ni de partidos, entidades, empresas o vecinos, y unos presupuestos municipales donde se hizo el triple de caso a la oposición, entidades, vecinos o empresas: Ese 0 a la izquierda que ha convertido el gobierno a todo aquel que no sean ellos. Como fue el paso de Filomena en Leganés, donde hubo pérdidas millonarias en la ciudad, aunque el ayuntamiento las salda en 430.000 euros. En tan poco precio valora este alcalde su municipio. Se lo hemos dicho, pero hay que repetirlo: Dime de lo que presumes Presumen de ser de izquierdas y de proteger a los más vulnerables pero tienen cerrado el albergue para personas sin hogar y en colapso durante añosal Centro de Atención a las Drogodependencias (CAID) y a los servicios sociales municipales desbordados. Presumen de defender lo público y son los que mataron a la piscina Solagua, privatizan la de elCarracal, están aniquilando la Escuela Municipal de Música, son el peor patrón con su propia plantilla municipal (hoya estaba en la puerta protestando) y tienen todo con contratas (a las que nunca se les exige nada y se les perdona todo) o tienen que usar a Cáritas o Cruz Roja como salvavidas ante su caos e incapacidad en un sinfín de áreas. Ha sido la solidaridad vecinal y las redes de ayuda mutua las que les han salvado los muebles. Presumen de progresistas pero prefieren invertir 10millones en una rotonda o 30 millones del superávit en asfalto, en detrimento de políticas sociales, o en seguridad; una Policía Local en precario mientras estamos en el podo de los delitos en Madrid. Presumen de gestores y de dialogantes y son expertos en vender humo como el Plan Protege, en entregar una competencia municipal como los bomberos a la "malísima" Ayuso, en tener a las asociaciones de vecinos, sindicales y empresariales en pié de guerra o sin coger siquiera el teléfono al líder de la oposición. Y si no hace caso a la segunda fuerza política de la ciudad, ya suponemos el que hacen a los 12.787 parados del municipio. El mismo a las decenas de vecinos que se han partido un brazo o una pierna por el mal estado de las calles y esperan desde hace años que el ayuntamiento responda patrimonialmente. Presumen de participación de los barrios y de las entidades y no han convocado ni una junta de distrito, ni invitado a ninguna asociación a las mesas de trabajo. Presumen de ecológicos y sostenibles, mientras tienen la ciudad llena de suciedad, los contenedores de reciclaje a rebosar, la recogida neumática en coma, los árboles se caen o los talan sin que se repongan, las parcelas sin desbrozar hasta que se lo recordamos (hay ya garrapatas) y no son capaces de hacer ni un metro de carril bici, ni poner un enchufe para vehículos eléctricos, aunque sí de dar gasolineras a tutiplén, sin tramas por supuesto. Y presumen de feministas y del 8M y están dejando sin ayuda jurídica a las víctimas de violencia de género, además de que sigamos sin tener un nuevo plan de Igualdad. Por no hablar del presunto caso de violencia de género que ha explotado en su propio gobierno con dos ediles de su equipo implicados. El alcalde se pone hipócritamente detrás de una pancarta, pero ha sido imposible oírle nada detrás de un micrófono o de una cámara al respecto. ¿Quién no se queja? Los únicos que no se quejan de este gobierno son sus cargos de confianza. Y no se quejan en público, porque en privado no dejan de hablar de todo y con todos. Y para privados los datos personales de muchos vecinos que por su negligencia se han hecho públicos. Concluimos: En un verano atípico donde tantas cosas resultan típicas, hay un clásico que,inasequible al desaliento, siempre está ahí como tabla de salvación, como faro y guía para aquellos que no quieren perder su ciudad ni perder sus principios: el partido vecinal de ULEG. El equipo de la esperanza y de la resistencia pepinera, la de esos miles de vecinos que no se conforman con una franquicia, con una moda u ola, con un rostro que salga diariamente en TV vendiendo la moto. Un Unión por Leganés-ULEG que ya les anticipa que va a dar la batalla este verano, este otoño y esteinvierno para lograr que vuelva la primavera a nuestra localidad y a nuestras vidas. Muchas gracias.
"El alcalde ha despachado el debate político más importante del año en 30 minutos. Un trámite engorroso para el señor Llorente, una molestia, como lo es gestionar para él Leganés, por eso cada día entrega una nueva competencia a otra administración (como sucedió con los bomberos) o se la deja para que la ejecute una empresa (como la inmensa mayoría de servicios públicos, desde jardinería, mantenimiento, recogida de basura, vigilancia de edificios, grúa, un larguísimo etcétera que en breve se añadirá el laboratorio municipal).
Ya no es un alcalde, ni siquiera un administrador de fincas. Es si acaso un contratista, y de los malos. Con este ritmo decadente quizá para el año que viene ya no haya ni debate, ni ciudad, lo que empieza a ser seguro es que lo mismo nos quedamos sin ayuntamiento.
30 minutos es lo que es capaz el alcalde de hablar de Leganés, poco más de dos minutos por mes del último año del que hace balance.
Una desgana, una desidia, una desmotivación que está contagiando a todo su gobierno, a los trabajadores municipales, al tejido social, al conjunto de la ciudad. Un grave problema que no encontrará vacuna, salvo milagro, hasta 2023, si para esas elecciones no estamos ya todos infectados por esta falta de energía.
Una "kryptonita" para la ciudad.
Se ha convertido el sr. Llorente en la kryptonita de Leganés, en un elemento que transmite pasividad yque ha hecho de una ciudad puntera, con miles de posibilidades y oportunidades, una localidad sin optimismo, sin proyecto, sin liderazgo.
Y este análisis no es ninguna caricatura, es el fiel reflejo de la realidad. Y es el que sufren miles de vecinos, precisamente esos vecinos que supuestamente el PSOE debe defender y son sus votantes, aunque ya no se sabe qué defiende el PSOE y es aún más misterioso que conserve votantes.
Vamos a poner un ejemplo gráfico de lo que puede ser el día de una vecina, llamémosla Cristina, una mujer de 28 años y pongamos el ejemplo de hoy, un23 de junio.
Todos somos Cristina.
Cristina se levanta las 7.30 horas de la mañana y tiene que hacer una gestión en el ayuntamiento, pero tiene dudas sobre cómo hacerlo, llama al 010, pero el teléfono comunica o se cuelga. Ha perdido 20 minutos, sale a la calle sin haberse resuelto la cuestión, mientras camina en dirección a la escuela infantil municipal donde va a llevar a su hijo encuentra que junto a unos contenedores, bastante deteriorados por cierto, sigue habiendo basura, no se ha recogido ni el papel ni el cartón, el vidrio se amontona alrededor y algún roedor hace su furtiva aparición. Las calles están sucias, las papeleras desbordadas.
Cuando ya está en la puerta de la escuela infantil le informan de que hoy no tiene profesora su hijo, que no ha dado tiempo a gestionar una suplencia o una baja, o ya no sabe Cristina ni lo que la dicen, porque ya van varios meses con la misma canción. Prueba otra vez a llamar al 010 para quejarse de la falta de limpieza y de lo que ha pasado en la escuela infantil, pero siguen sin atender la llamada.
Cristina decide ante un día caluroso que puede disfrutarlo para ir con su hijo a la piscina, ella vive en Zarza, no tiene coche y le pilla bien ir a la piscina de el Carrascal. Se dirige allí y se encuentra con que está cerrada. Ya abrirán el 25, si acaso, y no se sabe en qué condiciones. Vuelve a llamar al 010 para preguntar qué está pasando. Siguen sin cogerle el teléfono.
Como la mañana está siendo improductiva considera que puede aprovechar para ir al edificio Dejóvenespara hacer una consulta jurídica, por si la pueden echar una mano a solicitar una ayuda como madre joven. Se va a plaza España y le dicen que no se presta ya este servicio, tampoco lo presta el ayuntamiento en el área de mujer. Esta vez no llama al 010, para qué.
Cristina prefiere darse una vuelta por el centro del pueblo, cuando ve a unas personas sin hogar con unos carteles que piden que el gobierno cumpla y abra el albergue, un comedor y que se den tres comidas al día como aprobó el pleno. Cristina les pregunta que cómo es posible eso y que le expliquen si se ha aprobado en un pleno por qué eso no se cumple. Estas personas vulnerables se encogen de hombros.
Cristina ya ni se acuerda del 010. Sigue caminando y ve unas bicis un tanto destartaladas, con una pegatina del ayuntamiento, no las presta mucha atención, no parece algo muy atractivo. Después de varias horas de ajetreo ve un coche de la policía local, y dice "anda, cuánto tiempo que no veía uno".
Nadie sabe nada.
Recuerda en ese momento que se tiene que pasar por la escuela de música, por si le han devuelto las tasas de su hijo que no ha podido recibir clase en todo el año. En el Santiago Amón nadie sabe nada. Que pida cita previa en la Casa del Reloj. "Me voy para casa" dice a sus adentros.
Ya en casa se pone a pensar cómo ha sido el día y todo le parece confuso. Si pago todos los impuestos, hasta me han dado un subidón en el IBI que he leído en un periódico que podría ser ilegal, cómo es posible que los servicios que se estén prestando sean tan deficientes. Será que el ayuntamiento no tiene dinero, estamos en crisis y mira cuántos comercios y negocios están cerrando y en la ruina, con muchos locales vacios.
"Yo no entiendo de política, pero "
Pero curioseando por internet buscando cómo hacer un trámite en leganes.org que da por imposible ve que Leganés ha tenido un superávit de 50 millones de euros, y que se va a gastar 10 millones en una rotonda y más de 30 en asfaltar calles y polígonos. Cristina reflexiona y comenta "yo no sé nada de política, pero si no funciona el 010, las calles no están limpias, la basura no se recoge, las personas más necesitadas no tienen ni albergue, ni comedor, los niños no tienen profe en la escuela infantil y montones de autónomos y empresas están cerrando, ¡cómo puede haber superávit y cómo se puede gastar el alcalde el dinero en rotondas y alquitrán"!
Cristina entonces piensa que estas cosas seguro que también suceden en otros municipios. Habla con su hermana Raquel, que vive en Fuenla y con su hermano Paco, de Getafe. "Allí creo que gobierna el PSOE también, pasará lo mismo". Les llama y sus dos hermanos dicen que allí las piscinas ya están funcionando, que hay ayudas directas a pymes, que no se tarda casi nada en dar una licencia para poner el ascensor y que hay un montón de subvenciones en muchas cosas. Que incluso se están facilitando viviendas muy dignas flexibilizando los locales comerciales en desuso. Cristina no sale de su asombro. No puede ser que en Fuenla estén mejor que en Leganés. Pero si Leganés siempre ha sido mucha más ciudad. Recordaba de niña ver un flamante Pabellón Europa o una estupenda piscina Solagua. Y claro, dijo para sí, "son recuerdos. Y los recuerdos, como los sueños, sueños son".
Y en su sueño dejamos a Cristina y desde este atrilnos dirigimos en el ecuador de este mandato a repetirle muchas cosas que ya le suenan al sr.Llorente, pero que en esta ocasión nos hará el doble de caso que en las veces anteriores: NADA DE NADA.
Típico del alcalde Llorente.
Metidos de lleno en otro verano atípico de otro año atípico y de un mandato político atípico no dejan de ser muy típicas ciertas actitudes del gobierno de Leganés.
Es muy típico el no dar explicaciones sobre nada. Transparencia 0. Es típico echar la culpa al empedrado de la incompetencia propia. Antes era ULEG el malo principal, ahora la interventora municipal o cualquiera que pase por ahí menos quienes son los verdaderos artífices de que Leganés cada año retroceda más y más. Nuestro pueblo es el único de la faz de la tierra donde todo lo que pasa de manera negativa en su ayuntamiento tiene cualquiera la culpa menos quien lo gobierna. Ya se echa la culpa hasta a la Ley. Sin comentarios. Son un gobierno carne de mofa y meme, porque no haciendo absolutamente nada, perdieron 700.000 euros en fondos para bibliotecas por "carga de trabajo". Inaudito. Tripartito incapaz.
Leganés sigue dormitando en manos de un tripartito inoperante (sí, el formado por PSOE, MásMadrid y Cs), mediocre (siendo generosos) y sin ideas. Clama al cielo la situación del CAID, de la escuela de música, de nuestras zonas verdes y ajardinadas, de los polígonos, de unos pequeños negocios y comercios que agonizan sin que nadie desde el Ejecutivo local haga algo de verdad y eficaz. Las corruptelas se mantienen y se tapan como en el caso de EMSULE con comisiones de investigación donde investigados se ponen al frente de la presidencia de la investigación. Y claro, no se investiga nada, como en el caso Oliveira. ¿Pasará lo mismo en la comisión de investigación de la Fundación Juan Muñoz, donde nadie sabe qué se hizo con 130.000 euros donados por los vecinos por el covid19 y lo único que ha trascendido es que 50.000 euros fueron a parar a comprar mascarillas en una tienda "llamada" Ayuntamiento de San Andreu de la Barca? Silencio. No pasa nada. Nada importa a nadie. Y los Plenos menos aún que nada.
Ninguna promesa se cumple, ningún proyecto ve luz alguna, ninguna ilusión se transmite desde quienes tienen los resortes del poder y los recursos, pero nada se mueve del renglón.
Leganés en modo siesta.
Es como si una siesta tuviera adormecida a toda la sociedad, quizá sea el miedo, la incertidumbre, la rendición porque es imposible cambiar nada, la capacidad que el poder y el socialismo pepinerotiene para aletargar, estabular, comprar o machacar a toda iniciativa que se rebele...
Pero desde ULEG una vez más queremos dar la señal de alarma y remover conciencias para salir de esta situación. Hay esperanza.
Porque en este escenario, ULEG tendió, tiende y tenderá la mano: porque Leganés está muy por encima de nuestro orgullo y pese a que la respuesta del alcalde ha sido, es, y seguramente será pisarla y escupirla.
Los ofrecimientos de acuerdo y consenso de ULEG fueron contestados con unas ordenanzas fiscales donde no se aceptó ni una sola propuesta de la oposición ni de entidades, empresas o vecinos, un reglamento orgánico donde el rodillo del tripartito censuró iniciativas y recortó democracia, donde tampoco se tuvo en cuenta a ninguna propuesta ni de partidos, entidades, empresas o vecinos, y unos presupuestos municipales donde se hizo el triple de caso a la oposición, entidades, vecinos o empresas: Ese 0 a la izquierda que ha convertido el gobierno a todo aquel que no sean ellos. Como fue el paso de Filomena en Leganés, donde hubo pérdidas millonarias en la ciudad, aunque el ayuntamiento las salda en 430.000 euros. En tan poco precio valora este alcalde su municipio.
Se lo hemos dicho, pero hay que repetirlo: Dime de lo que presumes
Presumen de ser de izquierdas y de proteger a los más vulnerables pero tienen cerrado el albergue para personas sin hogar y en colapso durante añosal Centro de Atención a las Drogodependencias (CAID) y a los servicios sociales municipales desbordados.
Presumen de defender lo público y son los que mataron a la piscina Solagua, privatizan la de elCarracal, están aniquilando la Escuela Municipal de Música, son el peor patrón con su propia plantilla municipal (hoya estaba en la puerta protestando) y tienen todo con contratas (a las que nunca se les exige nada y se les perdona todo) o tienen que usar a Cáritas o Cruz Roja como salvavidas ante su caos e incapacidad en un sinfín de áreas. Ha sido la solidaridad vecinal y las redes de ayuda mutua las que les han salvado los muebles.
Presumen de progresistas pero prefieren invertir 10millones en una rotonda o 30 millones del superávit en asfalto, en detrimento de políticas sociales, o en seguridad; una Policía Local en precario mientras estamos en el podo de los delitos en Madrid.
Presumen de gestores y de dialogantes y son expertos en vender humo como el Plan Protege, en entregar una competencia municipal como los bomberos a la "malísima" Ayuso, en tener a las asociaciones de vecinos, sindicales y empresariales en pié de guerra o sin coger siquiera el teléfono al líder de la oposición. Y si no hace caso a la segunda fuerza política de la ciudad, ya suponemos el que hacen a los 12.787 parados del municipio. El mismo a las decenas de vecinos que se han partido un brazo o una pierna por el mal estado de las calles y esperan desde hace años que el ayuntamiento responda patrimonialmente.
Presumen de participación de los barrios y de las entidades y no han convocado ni una junta de distrito, ni invitado a ninguna asociación a las mesas de trabajo.
Presumen de ecológicos y sostenibles, mientras tienen la ciudad llena de suciedad, los contenedores de reciclaje a rebosar, la recogida neumática en coma, los árboles se caen o los talan sin que se repongan, las parcelas sin desbrozar hasta que se lo recordamos (hay ya garrapatas) y no son capaces de hacer ni un metro de carril bici, ni poner un enchufe para vehículos eléctricos, aunque sí de dar gasolineras a tutiplén, sin tramas por supuesto.
Y presumen de feministas y del 8M y están dejando sin ayuda jurídica a las víctimas de violencia de género, además de que sigamos sin tener un nuevo plan de Igualdad. Por no hablar del presunto caso de violencia de género que ha explotado en su propio gobierno con dos ediles de su equipo implicados. El alcalde se pone hipócritamente detrás de una pancarta, pero ha sido imposible oírle nada detrás de un micrófono o de una cámara al respecto.
¿Quién no se queja?
Los únicos que no se quejan de este gobierno son sus cargos de confianza. Y no se quejan en público, porque en privado no dejan de hablar de todo y con todos. Y para privados los datos personales de muchos vecinos que por su negligencia se han hecho públicos.
Concluimos: En un verano atípico donde tantas cosas resultan típicas, hay un clásico que,inasequible al desaliento, siempre está ahí como tabla de salvación, como faro y guía para aquellos que no quieren perder su ciudad ni perder sus principios: el partido vecinal de ULEG. El equipo de la esperanza y de la resistencia pepinera, la de esos miles de vecinos que no se conforman con una franquicia, con una moda u ola, con un rostro que salga diariamente en TV vendiendo la moto.
Un Unión por Leganés-ULEG que ya les anticipa que va a dar la batalla este verano, este otoño y esteinvierno para lograr que vuelva la primavera a nuestra localidad y a nuestras vidas.
Muchas gracias.