-El ansia y la voracidad privatizadora de Llorente parecen no tener mesura"
-Casi la totalidad del ayuntamiento está en manos de contratas. El alcalde ni quiere ni sabe gestionar y prefiere pagar para que sus responsabilidades (y complicaciones) las asuman desde el sector privado. La degradación del municipio es más que evidente, lo hemos dejamos todo en manos de empresas que buscan maximizar el beneficio económico, con el menor esfuerzo y los menos recursos posibles, en lugar de buscar la calidad del servicio y el bien de la ciudad".