El concejal de ULEG, Carlos Delgado, se trasladó a la zona para comprobar "in situ" la denuncia de los vecinos y el alcance de los desperfectos y el estado de conservación de una pasarela de apenas tres años de antigüedad. "Nos hemos encontrado con un suelo formado por tablones de madera muy deteriorados. La mitad de éstos están totalmente desprendidos, levantados o inexistentes, sustituidos por un agujero. Además, los actos vandálicos han destrozado su iluminación formada en un inicio por tubos fluorescentes".

Esta pasarela es una zona de paso y la principal unión de dos barrios y del carril ciclista de Leganés. A diario muchos vecinos la atraviesan a pie o en bici. Desde sus inicios este puente fue polémico porque se mantuvo cerrado con una valla durante meses, para finalmente inaugurarla en septiembre de 2007 el segundo alcalde de esta legislatura, Rafael Gómez Montoya, "en una de esas numerosas sesiones fotográficas que retratan sus paseos (de 2 minutos) en bici, eso sí, en traje y corbata y con el sarkomóvil de 81.000 euros esperándole", señalan desde ULEG.

Para el partido local, se está ante otro claro ejemplo de la ineficacia de los servicios municipales, quienes desconocen la palabra "mantenimiento". Ahora, hablamos de una construcción que por esa "pulsión por la inauguración" ya se tardó bastantes meses en estrenar y que se ha deteriorado rápidamente. Un hecho que ha provocado un aumento de la inseguridad en esta zona y la urgente necesidad de levantar y reparar totalmente un suelo de madera que cruje, se levanta y está deficientemente iluminado. "No se trata de un hecho aislado, recordemos que hace unos meses ya denunciamos que este gobierno que tanto habla de la sostenibilidad y de la bicicleta, no había invertido nada en la conservación de los carriles bici. De hecho, este puente que une varios tramos de este tipo de vías también ha sido abandonado a su suerte", concluyó Ricardo López, secretario de comunicación de ULEG.