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Este proceder manifiestamente grave e irregular por parte de los responsables de este ayuntamiento ponen de manifiesto, una vez más, tanto la falta de rigurosidad y el descontrol existente, como las presuntas corruptelas que podrían acompañar a muchos procesos de contratación. De hecho, es reiteradamente denunciado por la interventora en contundentes informes como el número 98, donde se recogen afirmaciones como:
"Nos encontramos ante un supuesto de un gasto periódico consistente en el mantenimiento de una instalaciones destinadas a la prestación de un servicio público, cuya tramitación deberá ajustarse a lo previsto en la legislación vigente" ( ) "debería haberse tramitado el correspondiente expediente de contratación" ( ) "sin que a pesar del tiempo transcurrido se haya procedido a la contratación del servicio" ( ) "sin haber seguido trámite alguno para su contratación" ( ) "sin que se haya procedido a regularizar la situación mediante la tramitación del expediente de contratación correspondiente" ( ) "que tampoco consta que se hubiera efectuado, en su día, acto interventor de fiscalización previa" ( ) "La resolución que se dicte podría dar lugar a la exigencia de responsabilidades a que se refiere el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo".
Es más, en el informe nº 108 se avisa incluso de que se esté incurriendo ante una circunstancia especialmente prohibida en la ley: el fraccionamiento del contrato. Una fórmula ilegal para evitar, en función de la cuantía del mismo, someter el proceso de contratación y adjudicación a más requisitos y control.
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Desde ULEG se destaca que muchas de estas actuaciones se han denunciado en los plenos y ya se han llevado a los juzgados por el concejal del partido local Carlos Delgado porque suponen "un grave perjuicio a los intereses generales, ponen en entredicho la competencia y la igualdad de oportunidades y es un incumplimiento clamoroso de las normas relativas a la contratación de las administraciones públicas, como señala en más de un centenar de ocasiones