ULEG presenta hoy por registro las alegaciones a los presupuestos que pretende aprobar el gobierno. En tales alegaciones, donde se modifica el destino de cerca de 4 millones de euros y se apuesta por financiar nuevas inversiones, se destaca el derroche, el desconocimiento de las verdaderas prioridades vecinales y la falta de proyecto de los actuales gobernantes, quienes además dan una vuelta de tuerca en los ya desorbitados tributos municipales que suben un 4,6% cuando la inflación ha sido de 1,5%. En la propuesta, a pesar de verse condicionada por la crisis y por los obstáculos técnicos para modificar un presupuesto, se muestra un modelo alternativo de ciudad, donde se reducen considerablemente los gastos superfluos y se incide en aspectos que dinamizarán la vida económica y social de los leganenses y que incrementará su calidad de vida. Así, por ejemplo, ULEG aumentaría el presupuesto o crearía partidas nuevas para lo siguiente: una oficina para el asesoramiento gratuito y profesional (abogado)de cooperativistas y compradores de vivienda; un defensor del discapacitado; auditorías integrales independientes que evaluaran la gestión y ofrecieran pautas de mejora; un albergue para los sin techo; un carné pepinero que ofrezca descuentos y ventajas gracias a la colaboración entre la administración y las empresas; una escuela de comercio que sea referencia formativa en la Comunidad de Madrid; una apuesta decidida por el enterramiento de la vía; hermanamientos con ciudades anglófonas con fines educativos y aprendizaje de inglés; la gratuidad de los libros de texto en la educación primaria; nuevos aparcamientos y "motocacas", subvención del programa "los primeros en el cole" para conciliar la vida familiar y laboral, ampliar los servicios de biblioteca las 24 horas en los exámenes, el proyecto La Fortuna WiFi...
Estas son solo algunas de las medidas que adoptaría ULEG, quien en palabras de su concejal, Carlos Delgado, "una vez más se ven dos maneras de hacer política, una basada en atender y priorizar las verdaderas necesidades de los vecinos, y otra, la del gobierno local, experto en hacer lo que nadie les pide y en fantasías, en machacarnos a impuestos, en hacer de la chapuza un rasgo intrínseco como cuando se amparan en informes de estudiantes que dicen que España crecerá en 2008 y 2009 más de un 3%, para así subirnos los tributos tres puntos por encima de la inflación, o un gobierno que desdibuja la realidad y pretende engañar a los vecinos llamando austeridad al derroche y política social a subcontrataciones opacas y al arrodillamiento ante los poderosos".